CAPÍTULO 9º : «NACE EL PEQUEÑO WALSIAN II «

En el firmamento se comienza a percibir un tenue brillo de estrellas, El día ha sido luminoso y templado, pero al anochecer baja la temperatura de golpe, y el frío se mete en los huesos sin piedad. Una hoguera ilumina al grupo de hombres que permanecen fuera del ger, entre los que destacan dos. Uno de los cuales no puede disimular su miedo, es el jefe que espera a que su hija le de el primer nieto…¡ Le recuerda tanto esta noche a la de hace dieciocho años…! El otro, en cambio está nervioso, pero no tiene ningún temor. Este es Walsian que espera su primer hijo. Ilusionado piensa que si es niño o niña le da igual, aunque en su fuero interno ruega que si es niña se parezca a su mujer, ya que es la persona más hermosa e inteligente que conoce. El nombre lo elegirá su esposa. Él sólo desea que todo acabe rápido y poder entrar a verles y abrazarles.

A pesar de  estar en el mes de Junio, el frío arrecia cada vez con más crudeza. Algunas mujeres les traen té y algo para comer con el fin de hacerles la espera más leve, pero ellos apenas pueden dar un trago al té caliente. Yá-Xué no grita por los dolores del parto como hizo su madre y como suelen hacer casi todas las mujeres cuando  dan a luz a un bebé. Nadie diría que allí está sucediendo nada especial. Es tan fuerte y su cuerpo se encuentra tan bien preparado para este momento, que las mujeres que le atienden no se lo pueden creer. El jefe se siente amedrentado por no oír a su hija, pero en poco menos de una hora sale una mujer y les dice al abuelo y al esposo que han tenido un varón y que todo ha ido muy bien. Ambos entra en tropel al ger. No pueden aguantar más la impaciencia de ver a la madre y al niño. Yá-Xué sonríe al verles. Ella permanece echada y se encuentra perfectamente. El niño le es entregado al padre. El jefe ha visto que su hija está bien, le besa la frente y sale del ger, dejando solos a la pareja con su hijo.

Al día siguiente Walsian y Yá-Xué acuerdan consultar  al abuelo si tiene algún nombre especial para su nieto y el jefe dice, que ya que será el heredero del trono de su padre, no sería mala idea llamarle como a él. Le ponen al niño Walsian, pero el abuelo le llama sólo Walsi. Le  ve muy pequeño aún para decir el nombre completo.